El campo de la regeneración capilar está en auge y cada vez aparecen más alternativas para resolver los problemas de alopecia, ya sea a través de tratamientos, cirugía u otros elementos, como son las prótesis capilares.
La prótesis capilar, una solución puntual
El mercado de las prótesis capilares se ha desarrollado de manera exponencial en los últimos años, tanto para hombres como para mujeres, convirtiéndose en una de las opciones que las personas que sufren alopecia. Hoy en día, las prótesis capilares son de alta calidad, siempre y cuando se elija un lugar adecuado donde adquirirla y permiten diferentes facilidades. Algunas de ellas son relativas a su uso e higiene, ya que se pueden mojar, se pueden lavar, llevan una malla que se adhiere perfectamente al cuero cabelludo y el pelo es absolutamente natural.
Por otro lado, las prótesis capilares permiten elegir el estilo de pelo que la persona quiere llevar, incluso ser versátil y tener varias formas o colores. Además, al tratarse de fibras naturales, la prótesis capilar puede secarse con el secador, moldearse al gusto y obtener el peinado que se quiera. En definitiva, con la prótesis capilar se consigue un aspecto muy natural.
Prótesis capilar e injerto de pelo
Es cierto que de primeras una prótesis capilar es una buena solución a los problemas de alopecia. El punto negativo reside en que el paso del tiempo de la prótesis capilar hace que esta se deteriore y pierda alguna de las virtudes mencionadas anteriormente. También es importante indicar que su uso no previene la alopecia, por lo que el pelo se seguirá cayendo en la misma medida que lo hacía antes de usar la prótesis capilar.
La colocación de la prótesis también lleva a tomar medidas regulares, como el afeitado de la zona donde se va a colocar cada dos o tres semanas, según la velocidad del crecimiento del pelo y la cantidad de pelo del paciente en la zona alopécica. El afeitado continuo de este pelo llevará a un debilitamiento del mismo y la falta de oxígeno – al tener colocada la prótesis capilar – hará que sufra el cuero cabelludo, la piel se macere o surtan efectos adversos por el pegamento. Este pegamento puede ocasionar reacciones, ampollas, infecciones u otros contratiempos.
En cuanto al estado de la prótesis, es conveniente resaltar que la prótesis capilar se va deteriorando con el paso del tiempo. A partir de la segunda semana de su colocación, se empieza a despegar y la naturalidad de la que se presumía al principio empieza a reducirse.
En el otro extremo, el injerto capilar se alza como la mejor y más definitiva solución frente a la alopecia. Y, como punto intermedio, existe una tendencia hacia la combinación de ambos tratamientos. Cada vez es más frecuente que los pacientes se realicen un injerto capilar de gran densidad en la zona frontal o delantera de la cabeza – la primera línea -, y que apuesten por una prótesis capilar en la zona posterior, es decir, en la coronilla o mitad de la cabeza.
Sin duda, las prótesis capilares se muestran como una solución para las personas que carecen de zona donante, en la que el injerto capilar se hace imposible.
Injerto Capilar con un profesional
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